Mientras más me interno en mi trabajo, más me convenzo de la inutilidad de las opiniones de otros. Es que cuando me comentan lo que he hecho, me doy cuenta que nunca nadie podrá verlo. Sobre todo en los minutos luminosos en que me entiendo totalmente es cuando más miedo me da la intensidad de mis pensamientos. Es que las verdades asestan como golpes.
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Mientras más me interno en mi trabajo, más me convenzo de la inutilidad de las opiniones de otros. Es que cuando me comentan lo que he hecho, me doy cuenta que nunca nadie podrá verlo. Sobre todo en los minutos luminosos en que me entiendo totalmente es cuando más miedo me da la intensidad de mis pensamientos. Es que las verdades asestan como golpes.
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