Hola tío: Te quise escribir antes pero dejé pasar un tiempo para que alcanzaras a echarme de menos. He pasado un mes aburridísimo, todo el tiempo en Santiago, que si ya es una lata durante el año, en febrero es lo peor. Pero por suerte el último fin de semana hicimos algo increible. Partimos papá Hernán, mamá Carmen, hermano Hernán y niña Amelia en viaje de vacaciones. Partimos sin destino fijo, fuimos a San Antonio, pasamos por Rapel y después de un montón de discusiones llegamos a un pueblo cerca de ahí, San Vicente de Tagua Tagua. Esa noche se anunciaba un circo, y te digo que no he hecho cosa más divertida en mi vida. Era increíble, lleno de colores y unas gordas graciosísimas que hacía equilibrio sobre la cuerda. Además un tipo chulísimo que usaba unas botas de taco rosadas hacía lo que él llamaba "malabares de salón" mientras bailaba una música como de casino de Las Vegas. Te juro que te lo hubieras pasado de miedo. Hasta me compré una nariz de payaso. Todo me gustó tanto que ahora estoy pintando un cuadro. Claro que no es un cuadro como moderno, así de conceptos y esas cosas que solo sirven para complicar, pero yo lo encuento de lo más divertido. Además, hace mucho tiempo que no pintaba nada, creo que estaba medio atorada con todas esas huevadas de idealizar y conceptuar todo. Febrero 95.
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Hola tío:
Te quise escribir antes pero dejé pasar un tiempo para que alcanzaras a echarme de menos. He pasado un mes aburridísimo, todo el tiempo en Santiago, que si ya es una lata durante el año, en febrero es lo peor. Pero por suerte el último fin de semana hicimos algo increible. Partimos papá Hernán, mamá Carmen, hermano Hernán y niña Amelia en viaje de vacaciones. Partimos sin destino fijo, fuimos a San Antonio, pasamos por Rapel y después de un montón de discusiones llegamos a un pueblo cerca de ahí, San Vicente de Tagua Tagua. Esa noche se anunciaba un circo, y te digo que no he hecho cosa más divertida en mi vida. Era increíble, lleno de colores y unas gordas graciosísimas que hacía equilibrio sobre la cuerda. Además un tipo chulísimo que usaba unas botas de taco rosadas hacía lo que él llamaba "malabares de salón" mientras bailaba una música como de casino de Las Vegas. Te juro que te lo hubieras pasado de miedo. Hasta me compré una nariz de payaso. Todo me gustó tanto que ahora estoy pintando un cuadro. Claro que no es un cuadro como moderno, así de conceptos y esas cosas que solo sirven para complicar, pero yo lo encuento de lo más divertido. Además, hace mucho tiempo que no pintaba nada, creo que estaba medio atorada con todas esas huevadas de idealizar y conceptuar todo.
Febrero 95.
precioso!
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