Jueves en la tarde... Mi querida Amelia! ¡Qué tiempo que no nos vemos! Sólo se que partiste antes que yo un día de verano y sin avisarme...aún recuerdo cuando nos sentábamos en la escuela a hablar de viajes y lugares... No he tenido noticias tuyas, me imagino que estás afanada descubriendo un nuevo mundo... Y si cierro los ojos... te veo sonriendo! es verdad que es un país soñado? Imagino que estás pintando todo... Extraño mucho nuestras largas conversaciones que hablaban de tantos pintores y poetas, aprendí mucho de tí!... cómo quisiera mostrarte lo que estoy haciendo para que vieras mi nueva etapa. Sé cuánto me apoyabas en la pintura dolorosa que tuve, eras una de las pocas que me comprendía.. tal vez por eso nos acercamos y nos comunicamos, creo que vivíamos cosas parecidas... recuerdas ¨Les fleurs du mal¨y el libro de Odilon Redon, cuando lo vimos las dos quedamos heladas! Eran una de las tantas cosas que nos acompañaban en esos largos momentos de bla bla que teníamos... Fué una lástima que en tercer año nos distanciáramos...la vida pasa tan rápido que nos sorprende...tantas veces quise llamarte para que nos juntáramos... Hasta que supe de tu gran viaje...Pero sabes, te recuerdo siempre como un gran talento y una mujer de gran sensibilidad capaz de conmoverse con todo aquello pequeño que otros no son capaces de percibir... muchas veces sentí que no podías ser de este mundo...y solo quería verte descansar...hoy día si miro al cielo veo tu carita que se llena de pura risa y eso a mí me hace feliz también...Y sabes Amelia, en mí se queda un pedacito tuyo que siempre me va a hablar al corazón, Gracias por haberme regalado tu amistad...Te quiere mucho, Antonella
Ag.18. El trabajo que viene del espíritu es solitario. Nadie podría estar acompañado en su espíritu. Pero quizás la clave no es recibir más, sino esperar menos. Creo que al esperar menos uno se maravilla de lo poco, y eso se hace suficiente para satisfacerse. Veo ahora la clave de mi error. Sentirme mal porque no lograba transmitir mi interior cuando en realidad es sentirse mal por querer hacerlo. Paradojas de la vida. Querer menos es tener más.
Ella es muy bonita. Pero de pronto se ve vacía, no sé, quiza tiene acaso algo que la mueva por dentro? Ayer hablamos de la eternidad con Daniel. Yo busco eso. ¿Buscan todos en el fondo?
4 Comments:
Jueves en la tarde...
Mi querida Amelia!
¡Qué tiempo que no nos vemos! Sólo se que partiste antes que yo un día de verano y sin avisarme...aún recuerdo cuando nos sentábamos en la escuela a hablar de viajes y lugares... No he tenido noticias tuyas, me imagino que estás afanada descubriendo un nuevo mundo... Y si cierro los ojos... te veo sonriendo! es verdad que es un país soñado? Imagino que estás pintando todo... Extraño mucho nuestras largas conversaciones que hablaban de tantos pintores y poetas, aprendí mucho de tí!... cómo quisiera mostrarte lo que estoy haciendo para que vieras mi nueva etapa. Sé cuánto me apoyabas en la pintura dolorosa que tuve, eras una de las pocas que me comprendía.. tal vez por eso nos acercamos y nos comunicamos, creo que vivíamos cosas parecidas... recuerdas ¨Les fleurs du mal¨y el libro de Odilon Redon, cuando lo vimos las dos quedamos heladas! Eran una de las tantas cosas que nos acompañaban en esos largos momentos de bla bla que teníamos...
Fué una lástima que en tercer año nos distanciáramos...la vida pasa tan rápido que nos sorprende...tantas veces quise llamarte para que nos juntáramos...
Hasta que supe de tu gran viaje...Pero sabes, te recuerdo siempre como un gran talento y una mujer de gran sensibilidad capaz de conmoverse con todo aquello pequeño que otros no son capaces de percibir... muchas veces sentí que no podías ser de este mundo...y solo quería verte descansar...hoy día si miro al cielo veo tu carita que se llena de pura risa y eso a mí me hace feliz también...Y sabes Amelia, en mí se queda un pedacito tuyo que siempre me va a hablar al corazón, Gracias por haberme regalado tu amistad...Te quiere mucho, Antonella
Ag.18. El trabajo que viene del espíritu es solitario. Nadie podría estar acompañado en su espíritu. Pero quizás la clave no es recibir más, sino esperar menos. Creo que al esperar menos uno se maravilla de lo poco, y eso se hace suficiente para satisfacerse. Veo ahora la clave de mi error. Sentirme mal porque no lograba transmitir mi interior cuando en realidad es sentirse mal por querer hacerlo. Paradojas de la vida. Querer menos es tener más.
Ella es muy bonita. Pero de pronto se ve vacía, no sé, quiza tiene acaso algo que la mueva por dentro? Ayer hablamos de la eternidad con Daniel. Yo busco eso. ¿Buscan todos en el fondo?
Tiempo sin tiempo ,coroles sin color asi, nos dejastes,con sombra en el alma.-
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