Amelia fue una niña observadora con mucha sensibilidad musical y plástica; inteligente, aplicada y tenaz. Desarrolló precozmente una personalidad marcada por profundidad y humor absurdo. Le gustaba leer historietas de Mafalda. Era estudiosa, responsable, intensa y testaruda, razgo que suavizaba con su carácter cariñoso y coqueto. Inició sus estudios universitarios asomándose en la Universidad Católica de Valparaiso. Luego, se dedicó a las artes plásticas, en el Mulato Gil y en la Universidad Finis Terrae y de Chile. Era solitaria, inaccesible, triste. Siempre buscaba el sentido de la vida. A pesar de su mutismo, era dulce; necesitaba sentido de pertenencia, buscaba cariño y amigos valiosos. Fue una artista marcada por un aguda angustia existencial. Se interesó en la vida y obra de Van Gogh, Hölderlin, William Black, Nietsche, Baudelaire y Antonin Artaud. Tenía gran afinidad con jóvenes de aspecto rebelde o contrariamente desamparados, tristes. Los intuía sensibles, inteligentes, profundos y, como ella, angustiados por percibir la vida como un absurdo. Algunas veces, Amelia sufrió el no encontrar en ellos la solidez esperada. Mucho podría decir (pero no es el momento) sobre lo que he sufrido durante los últimos diez años, por no saber orientar a Amelia. La sentía como una mariposa nocturna volando atolondrada, zigzagueante, atraída por este enceguecedor mundo inaprehensible. Siempre temía que mi niña, deslumbrada, se inflamara en la llama del universo. Enero 1998.
De la conversación con mi papá (acerca de la verdad, la política y el amor) llegamos tras larga discusión a concluir que ligarse al universo es actuar honestamente. Idea y acto en una sola dirección, espontaneidad sincera que obedece a principios éticos profundos. Es decir, una coherencia entre cuerpo y mente. Ciertamente no actuar así produce desequilibrios, pero aún así, es una actitud común entre gente ¨cómoda¨(mentalmente) que yo llamo cinismo y es aquella que esconde intereses egoistas.
Mi hijo José Antonio falleció el 20 de noviembre/92 en el mar del Tabito. Pese a nuestra búsqueda extensa y dolorosa, su cuerpo no apareció más. Ante la situación desesperada de "no conclusión" pedí al cielo verle al menos en "sueños" aunque fuese por última vez. Y así fue que vino a mí y habló: "No me busques más en el lugar del accidente. Permanezco para siempre en la alegría y solidaridad de muchos jóvenes que hallarás en tu camino..." y más nada. Desapareció. Fue al tercer año de su partida, cómo a través de la Amelita, me lo encontré de nuevo.La conocí en noviembre en Zapallar. De inmediato entablamos una comunicación que pudo ser "desde siempre". -"¿Qué onda?", saludó el día 20. -"malena, pues niña," respondí en su lenguaje..."tú sabes..." -"pero yo te acompaño", dijo. "El Tito, mi amigo pescador, nos lleva mar adentro a saludar a tu hijo:total, el mar es uno solo y aquí o allá da igual". Me conmovió su generosidad, la empatía que mostró... Sólo la abracé mientras dos lágrimas recorrían mi cara... Ya no necesité ir al mar. Había hallado a Toño en la propia Amelia.
Fuimos al mar. El tiempo estaba malo, pero fue maravilloso estar ahí frente a las olas. La eternidad penetraba el horizonte que se extendía más allá de la vista y el ruido incesante de las olas sobre las rocas eran como un arrullo que me acunaba en memorias profundas. Oh! cómo amo esa presencia gigante y salvaje, cómo siento la protección de su vigilia incesante. Volveré al mar,luego. Volveré, y estaré feliz.
Qué linda experiencia fue la de volver al blog de la Amelita y ver sus reflexiones frente al mar,cómo se sentía protegida con el eterno "ir y venir de las olas ", su ruido, el infinito.Me encantó. También leí su pensamiento en torno a que el espíritu DEBE CONTENTARSE CON LO QUE VENGA y NO ESPERAR NADA DETERMINADO(ni mucho ni algo,en el fondo).¡qué sabidurìa y madurez a su edad!!!!!¿te das cuenta?? por Dios que estaba preparada tu hija para algo tantísimo más grande.Ahora comprendo mejor que tanto ella como Toño tenían que irse. Estaban más avanzados que la media de sus amigos y compañeros. Ambos reflexionaban "a otro nivel" como dicen los gringos:OUT OF THIS WORLD.
Yo fui uno de los jovenes arriba mencionados por Hernan, aunque nunca fui triste. Amelia, para mi fuiste la persona mas interesante que jamas habia conocido. Sabias de todo, tenias un conocimiento increiblemente amplio acerca de la literatura, la musica, la pintura. Te interesaban las culturas indigenas y me acuerdo que pasamos horas y horas conversando acerca de estos temas y muchos otros, perdidos en un mundo sin fin de ideas y posibilidades. Te encantaba reirte de situaciones absurdas, los buscabas con ojos de experta, y los encontrabas en los lugares mas cotidianos donde cualquier otro se habria pasado de largo. En realidad nos conocimos por poco tiempo, solo unos meses, pero me dejaste con tantos recuerdos que al ver tus fotos en este blog es como si nos vimos ayer. Nos escribimos por varios agnos despues de que me fui. Cada carta que mandaste una obra de arte, conteniendo algun detalle bonito. Siempre que llegaba una daba una sensacion de nigno en navidad, esa anticipacion antes de abrir los regalos. Hablabas mucho del mundo celta, de que tenias ganas de conocer la costa atlantica del noroeste europeo. Para alla me fui cuando nos despedimos, y aca estoy aun. Hay veces que me he encontrado sentado en un alcantilado griz mirando de lejos las tormentas que manda America para el continente viejo por el atlantico norte y se me ocurre que estas por llegar... en esos momentos te siento fuerte hermana y nunca dejare de hacerlo.
Leyendo esto me doy cuenta que gente como yo era una anécdota. Pero ojo gente como william burroughs podría haber mostrado que si la vida es absurda y el previo del escape es terrible pero aún se pueda encontrar lucidez en en el sinsentido del dolor.
8 Comments:
Amelia fue una niña observadora con mucha sensibilidad musical y plástica; inteligente, aplicada y tenaz. Desarrolló precozmente una personalidad marcada por profundidad y humor absurdo. Le gustaba leer historietas de Mafalda. Era estudiosa, responsable, intensa y testaruda, razgo que suavizaba con su carácter cariñoso y coqueto.
Inició sus estudios universitarios asomándose en la Universidad Católica de Valparaiso. Luego, se dedicó a las artes plásticas, en el Mulato Gil y en la Universidad Finis Terrae y de Chile.
Era solitaria, inaccesible, triste. Siempre buscaba el sentido de la vida. A pesar de su mutismo, era dulce; necesitaba sentido de pertenencia, buscaba cariño y amigos valiosos.
Fue una artista marcada por un aguda angustia existencial. Se interesó en la vida y obra de Van Gogh, Hölderlin, William Black, Nietsche, Baudelaire y Antonin Artaud. Tenía gran afinidad con jóvenes de aspecto rebelde o contrariamente desamparados, tristes. Los intuía sensibles, inteligentes, profundos y, como ella, angustiados por percibir la vida como un absurdo. Algunas veces, Amelia sufrió el no encontrar en ellos la solidez esperada.
Mucho podría decir (pero no es el momento) sobre lo que he sufrido durante los últimos diez años, por no saber orientar a Amelia. La sentía como una mariposa nocturna volando atolondrada, zigzagueante, atraída por este enceguecedor mundo inaprehensible. Siempre temía que mi niña, deslumbrada, se inflamara en la llama del universo.
Enero 1998.
De la conversación con mi papá (acerca de la verdad, la política y el amor) llegamos tras larga discusión a concluir que ligarse al universo es actuar honestamente.
Idea y acto en una sola dirección, espontaneidad sincera que obedece a principios éticos profundos. Es decir, una coherencia entre cuerpo y mente. Ciertamente no actuar así produce desequilibrios, pero aún así, es una actitud común entre gente ¨cómoda¨(mentalmente) que yo llamo cinismo y es aquella que esconde intereses egoistas.
Mi hijo José Antonio falleció el 20 de noviembre/92 en el mar del Tabito. Pese a nuestra búsqueda extensa y dolorosa, su cuerpo no apareció más. Ante la situación desesperada de "no conclusión" pedí al cielo verle al menos en "sueños" aunque fuese por última vez. Y así fue que vino a mí y habló: "No me busques más en el lugar del accidente. Permanezco para siempre en la alegría y solidaridad de muchos jóvenes que hallarás en tu camino..." y más nada. Desapareció. Fue al tercer año de su partida, cómo a través de la Amelita, me lo encontré de nuevo.La conocí en noviembre en Zapallar. De inmediato entablamos una comunicación que pudo ser "desde siempre".
-"¿Qué onda?", saludó el día 20.
-"malena, pues niña," respondí en su lenguaje..."tú sabes..."
-"pero yo te acompaño", dijo. "El Tito, mi amigo pescador, nos lleva mar adentro a saludar a tu hijo:total, el mar es uno solo y aquí o allá da igual". Me conmovió su generosidad, la empatía que mostró... Sólo la abracé mientras dos lágrimas recorrían mi cara... Ya no necesité ir al mar. Había hallado a Toño en la propia Amelia.
Fuimos al mar. El tiempo estaba malo, pero fue maravilloso estar ahí frente a las olas. La eternidad penetraba el horizonte que se extendía más allá de la vista y el ruido incesante de las olas sobre las rocas eran como un arrullo que me acunaba en memorias profundas. Oh! cómo amo esa presencia gigante y salvaje, cómo siento la protección de su vigilia incesante. Volveré al mar,luego. Volveré, y estaré feliz.
Qué linda experiencia fue la de volver al blog de la Amelita y ver sus reflexiones frente al mar,cómo se sentía protegida con el eterno "ir y venir de las olas ", su ruido, el infinito.Me encantó. También leí su pensamiento en torno a que el espíritu DEBE CONTENTARSE CON LO QUE VENGA y NO ESPERAR NADA DETERMINADO(ni mucho ni algo,en el fondo).¡qué sabidurìa y madurez a su edad!!!!!¿te das cuenta?? por Dios
que estaba preparada tu hija para algo tantísimo más grande.Ahora comprendo mejor que tanto ella como Toño tenían que irse. Estaban más avanzados que la media de sus amigos y compañeros. Ambos reflexionaban "a otro nivel" como dicen los gringos:OUT OF THIS WORLD.
Yo fui uno de los jovenes arriba mencionados por Hernan, aunque nunca fui triste. Amelia, para mi fuiste la persona mas interesante que jamas habia conocido. Sabias de todo, tenias un conocimiento increiblemente amplio acerca de la literatura, la musica, la pintura. Te interesaban las culturas indigenas y me acuerdo que pasamos horas y horas conversando acerca de estos temas y muchos otros, perdidos en un mundo sin fin de ideas y posibilidades. Te encantaba reirte de situaciones absurdas, los buscabas con ojos de experta, y los encontrabas en los lugares mas cotidianos donde cualquier otro se habria pasado de largo.
En realidad nos conocimos por poco tiempo, solo unos meses, pero me dejaste con tantos recuerdos que al ver tus fotos en este blog es como si nos vimos ayer.
Nos escribimos por varios agnos despues de que me fui. Cada carta que mandaste una obra de arte, conteniendo algun detalle bonito. Siempre que llegaba una daba una sensacion de nigno en navidad, esa anticipacion antes de abrir los regalos.
Hablabas mucho del mundo celta, de que tenias ganas de conocer la costa atlantica del noroeste europeo. Para alla me fui cuando nos despedimos, y aca estoy aun. Hay veces que me he encontrado sentado en un alcantilado griz mirando de lejos las tormentas que manda America para el continente viejo por el atlantico norte y se me ocurre que estas por llegar... en esos momentos te siento fuerte hermana y nunca dejare de hacerlo.
Leyendo esto me doy cuenta que gente como yo era una anécdota. Pero ojo gente como william burroughs podría haber mostrado que si la vida es absurda y el previo del escape es terrible pero aún se pueda encontrar lucidez en en el sinsentido del dolor.
Un abrazo regalo , de Dios .
Amelia.
godear24
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