20 Años

SIEMPRE EXISTE ALGO FORMAL QUE SE INTERPONE ENTRE UNO MISMO Y SU OBJETIVO. LA META ES LLEGAR A QUE EL SALTAR EL OBSTÁCULO FORME PARTE DEL OBJETIVO.

PAJARILLO

Recién nacida

Dos años

Sin dientes

En familia

Fiesta en 1978

En la casa de Las Condes, en una fiesta con que terminó un seminario sobre el Renacimiento, la Amelia participó feliz, integrándose a los mayores.... Romolo Trebbi, Luis Gastón Soublette, Ximena Vergara, Edwin Binda y Enrique del Solar. Ella tenía 4 años.

Tiempo

19 Años

Quisiera ser un hada (o un ángel)son buenas y hermosas y si uno se pregunta por qué ellas no tienen mi problema? la respuesta es muy obvia: las hadas no tienen ombligo...

A lápiz

La sombra del ángel

Angel del cielo
de ojos cristalinos,
con un toque de tus labios marcas con fuego el recuerdo,
y, mostrando tu cara, los cabellos revueltos
cambias las flechas de sentido despertando la explosión.
En qué momento mi corazón azul y verde,
de savia y pasto impregnado queda poseído del rojo sofocante,
volcánico de insomnios que convierte mis acciones en terremotos de ilusión.
Cuando la nave parta
y con ojos brillantes vea en el mar el color de tus pupilas,
volveré la espalda para irme al cerro,
donde un árbol me espera
cantando secretos de susurros bajo la luna,
sobre las piedras.
Y el tiempo pasa
en la contemplación infinita de la ausencia.

Con James

Ventana

Hermanas

Abril

Abril, noche blanca
los árboles dibujados
en contrastes maravillosos
caminar sobre el dorado suelo
alfombra de hojas bordada
blanco fresco
Qué alivio a la piel
acalorada por el movimiento
y ellos, silenciosos
guardan el cielo
y llaman
¡Detente! por solo un momento
olvida las prisas que mueven tu infierno
tú, aquí, en tu propio pedazo de terreno
donde te hermanas con los árboles
te ahijas del cielo,
aquí tú, si, libre,
retomas el vuelo del tiempo distante
del tiempo sin tiempo
El canto silencioso de ángeles muertos
que olvidan y vuelan
y giran y bailan
y el viento, sereno,
su música suena
sólo con una leve caricia
y las hojas chocan
en un canto sin voz
en gestos de agrado de los amantes cercanos
y, sin palabras
basta un toque así de leve,
para desatar la tormenta
y manar por ríos incontrolados
de piel y amor.
Ay! Estas noches blancas
donde el suelo aparece luminoso
en reflejos dorados
como respuesta al abrazo celeste.
AMELIA

En el jardín